lunes, 16 de septiembre de 2013

Pesadillas en la Infancia

PESADILLAS Y TERRORES NOCTURNOS Los trastornos del sueño y las dificultades para dormirse son uno de los problemas más frecuentes en la infancia. Dentro de los trastornos primarios del sueño podemos encontrar dos categorías: -Disomnias: que agrupa el insomnio, la narcolepsia y la apnea del sueño. -Parasomnias: terrores nocturnos y sonambulismo (trastornos del despertar) y las pesadillas (alteraciones asociadas al sueño paradójico). En este post me ocuparé de los terrores nocturnos y de las pesadillas, de sus características, de las diferencias entre ellos y de las recomendaciones a seguir por los padres. A pesar de que muchas veces se confunden, las pesadillas y los terrores nocturnos son dos trastornos del sueño diferentes. DIFERENCIAS PESADILLAS Y TERRORES NOCTURNOS Pesadillas Terrores nocturnos -En la segunda mitad de la noche -En el primer tercio de la noche. -No hay vocalizaciones, si las hay -El niño se despierta llorando, gritando son silenciosas. y vocalizando. -Activación fisiológica moderada. -Intensa activación fisiológica: sudor, aumento de frecuencia cardíaca, dilatación pupilar. -El niño se incorpora en la cama. Los -El niño se incorpora en la cama. Existe movimientos son ligeros o ausentes. actividad motora y agitación. -Responde fácilmente al entorno. En todo -Dificultad para responder al entorno. momento existe contacto con la realidad. No existe contacto con la realidad. -Frecuentemente se recuerda el episodio -No se recuerda el episodio, o sólo levemente. -Los contenidos son elaborados. -Los contenidos son muy poco elaborados. -Bastante comunes. - Poco frecuentes. PESADILLAS Episodios de ensoñación que producen un miedo intenso en el niño y que provocan su despertar. • Son sueños desagradables de gran intensidad que originan fuertes sentimientos de miedo, terror, ansiedad o angustia en el niño. • Su ocurrencia se limita casi exclusivamente a la fase de sueño REM y es más frecuente en la segunda mitad de la noche (normalmente al amanecer). • Suelen aparecer alrededor de los 3-6 años disminuyendo su ocurrencia con el paso de los años. • En la mayor parte de casos no hay motivo de preocupación, es uno de los problemas de sueño más frecuente en la infancia y la adolescencia. • El niño SÍ RECUERDA lo que ha soñado y es capaz de explicarlo. • Por regla general los episodios duran semanas y se relacionan con algún fenómeno externo que les ha causado inquietud. Si el niño está traumatizado por algo se vuelven repetitivas. • Los resultados de algunos estudios apuntan a existe una relación entre los niveles de ansiedad de los niños y la ocurrencia de pesadillas. Pesadillas más frecuentes: • 2-3 años: miedo a la ser separados de sus padres y a los extraños. • 3-5 años: miedo a la oscuridad y a algunos animales. • 6-8 años: miedo a seres imaginarios como fantasmas o monstruos. • 9-10: miedo a la escuela y al daño físico • A partir de los 11 años adquirirán más relevancia los miedos a situaciones sociales, al daño corporal y al fracaso escolar. QUÉ HACER Como recomendación general es bueno establecer unas pautas de sueño adecuadas. Tener unos hábitos regulares de sueño ayudará al niño a saber cuando se acerca el momento de dormir. Cuando el niño se despierte por una pesadilla habrá que: • Ayudar y consolar al niño lo antes posible. Se le puede abrazar y cogerle la mano mientras se le tranquiliza con palabras. • Hablarle con ternura hasta calmar su angustia, explicándole que se trata sólo de un sueño, pero también hay que hacerlo con firmeza y seguridad sin dejarse convencer por el niño (por ejemplo cuando piden dormir con los padres). • Es aconsejable permanecer con el pequeño hasta que éste se haya calmado lo suficiente para volver a conciliar el sueño. • También puede consolarte uno de sus peluches favoritos. • Alabar o premiar al niño por cada paso que da para enfrentarse a la pesadilla. Puede establecerse un sistema de puntos a través del cual ganará premios si va cumpliendo determinados objetivos. QUÉ NO HACER • NO es buena idea hablar con detalle sobre el contenido de la pesadilla en el momento en que el niño ha despertado a causa de ella. Si hacemos esto el niño podría activarse aún más y eso haría más difícil que volviera a dormirse. El momento para hablar de ello será al día siguiente (si el niño tiene edad suficiente), si es muy pequeño es mejor no obligarle a contarla. • NO hay que entrar en el cuarto encendiendo todas las luces cuando el niño se despierta asustado. Es preferible encender una luz suave. Si lo hacemos así evitaremos que asocie la oscuridad con el malestar y la luz con la seguridad, y pueda desarrollar así miedo a la oscuridad. Además, así facilitaremos que se vuelva a dormir. • NO es aconsejable que el niño se acueste con los padres. Si lo permitimos no le estaremos ayudando a superar esta etapa y además le daremos la impresión equivocada de que en realidad hay algo que temer. • NO hay que convertir en una costumbre comprobar con el niño la habitación, debajo de la cama, el armario, para hacerle ver que no hay monstruos ni fantasmas. • NO decirle al niño sin más que sus pesadillas no son reales puesto que para él sí que se lo parecen y mucho. Es mejor darle algún tipo de explicación adecuada a su edad sobre que fue un mal sueño que le pasa a toda la gente y que no pueden hacerle ningún daño. • NO dar demasiada importancia o mostrarse muy preocupados por las pesadillas puesto que el niño podría aprender a utilizarlas como una estrategia para conseguir la atención de los padres. TERRORES NOCTURNOS Episodios de despertar brusco, son muy alarmantes ya que el niño pasa de forma brusca de estar profundamente dormido a incorporarse en la cama, gritando y frecuentemente con sudor, taquicardia, hiperventilación. • Suelen aparecer sobre los 4-12 años y desaparecer al llegar a la adolescencia. • Los episodios de terrores nocturnos son más frecuentes en niños que en niñas. • Como se ha dicho, el niño despierta bruscamente y empieza a gritar como si estuviera sufriendo de una forma sobrehumana. El horror puede durar entre 2 y 10 minutos. • Cuando los padres acuden y hablan al niño, éste no reacciona, no es consciente de lo que ocurre a pesar de tener los ojos abiertos y muchas veces fijos en algún punto. • En realidad el niño está profundamente dormido y por eso al día siguiente NO RECUERDA nada de lo ocurrido. • No parece haber una única causa que dé origen a los episodios de terrores nocturnos. Algunos de estos factores pueden ser: los genéticos, madurativos, asociado al consumo de algún tipo de sustancias y situaciones de ansiedad vividas durante el día. QUÉ HACER En los casos leves, que son la mayoría, los padres deben adoptar una actitud tranquila y de conocimiento del trastorno. • Simplemente vigilar que el niño no se caiga de la cama o sufra cualquier daño físico derivado de su incorporación brusca de la cama, ya que no hay que olvidar que el niño NO está despierto. • Esperar a que el episodio siga su curso natural bajo nuestra vigilancia. QUÉ NO HACER • NO hablarle ni intentar despertarle. Como se ha dicho con anterioridad, las pesadillas es uno de los trastornos más frecuentes de la infancia y en su gran mayoría se trata de episodios leves que pueden superarse siguiendo estas sencillas recomendaciones. En cuanto a los terrores nocturnos, aunque mucho menos frecuentes que las pesadillas, es también un trastorno que suele manifestarse de forma leve en los niños, y en este caso no se requeriría ningún tratamiento específico. No obstante, si se observa que los episodios, bien por frecuencia, bien por intensidad, sobrepasan los límites de la normalidad provocando un gran malestar en el niño, sería aconsejable acudir a un profesional que valore el problema e indique el tratamiento y/o terapia oportuno en cada caso. Fuente: Montse García Bibliografía "Manual de Terapia de Conducta en la Infancia- MªIsabel Comenche y Miguel Vallejo. "Pesadillas y Terrores Nocturnos"- Equipo de atención temprana de Torrelavega.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Depresión Post-vacacional en Niños

Este es un trastorno que no solo sufren los adultos, sino que también afecta a los niños que deben recuperar su ritmo habitual. Tras las vacaciones, los niños tienen que volver a una rutina en cuanto a horarios, alimentación y actividades en muy poco tiempo. Los especialistas de Sanitas Hospitales explican cómo combatir y prevenir el denominado “ síndrome de depresión postvacacional” en los niños. ¿Existe el síndrome post-vacacional en niños? La Dra. Marta Campo, jefa del servicio de Psicología del Hospital Sanitas La Zarzuela apunta que “en realidad no existe una patología de depresión postvacacional como tal tipificada en los manuales de clasificación internacionales, pero al regresar del periodo vacacional pueden aparecer reacciones que responden a una dificultad por parte de la persona a retomar su vida diaria”. Síntomas de depresión post-vacacional en niños Según la Dra. Campo “depende de la edad del niño y de la intensidad del sufrimiento que presente, pero los síntomas de este síndrome de depresión postvacacional en niños pueden incluir insomnio, llanto o somatizaciones digestivas como vómitos o diarreas. Estos responden a un rechazo al colegio, cuyas causas podrían existir antes de las vacaciones. Si fuera así y el niño tuviera problemas de relación con los compañeros o una dificultad académica significativa, entonces no se trataría de un desajuste a la hora de retomar el ritmo de la vida cotidiana, sino de otra problemática más grave que tendría que ser evaluada por el psicólogo y habría que ponerla en manos de un profesional”. Consejos para evitar el síndrome de depresión post-vacacional Si los padres ayudan a identificar los aspectos positivos que tiene el final de las vacaciones, el niño se adaptará a la nueva etapa sin problemas. Ver a los compañeros de clase, recuperar sus juguetes o dormir de nuevo en su habitación de casa, son alguno de estos puntos positivos que los padres pueden utilizar para que los niños tengan ilusión por recuperar su rutina diaria. Además: Planifica el regreso de forma gradual. Fomenta la adaptación del organismo a los nuevos horarios. Reserva un par de días para que los niños se adapten a los horarios del otoño. Evita transmitir a los niños la idea de que retomar la vida cotidiana conlleva algo negativo, ya que son un reflejo de sus padres y si perciben normalidad, ellos actúan con normalidad también. Refuerza los aspectos positivos de la rutina. Potencia las ventajas de “la vuelta al cole” (ver a los compañeros de clase, dormir en sus camas, recuperar sus juguetes, etc.) Fuente:Serpadres.es

viernes, 19 de julio de 2013

El aburrimiento es beneficioso para los niños

El tedio estimula la creatividad de los menores y favorece el desarrollo de su tolerancia a la frustración Muchos niños están hiperestimulados por culpa de la televisión, los teléfonos móviles o las videoconsolas, entre otros. Y cuando dan muestras de que están aburridos, sus padres se afanan por distraerlos de la manera más rápida posible. Sin embargo, los expertos afirman que aburrirse tiene múltiples beneficios. En este artículo se citan algunos de los errores que se cometen en la lucha contra el tedio de los pequeños y cómo fomentar el aburrimiento saludable en los menores. El aburrimiento forma parte de la infancia, aunque muchos progenitores se ponen nerviosos cuando sus hijos están aburridos, así que intentan distraerlos de cualquier forma. Sin embargo, puede ser una experiencia muy saludable. Estar aburrido, sin saber qué hacer, invadido por el tedio, es el mejor escenario para que aflore la creatividad. En el año 2007, la investigadora Teresa Belton, de la Universidad de Educación y Aprendizaje Permanente de la Universidad de East Anglia (Reino Unido), publicó un artículo en el 'Cambridge Journal of Education', en el que defendía que el aburrimiento es fundamental para el desarrollo del aprendizaje y la creatividad. Una idea con la que coincide Mònica Dosil, psicóloga del ISEP Clínic Castelldefels (Barcelona), que asevera que "los menores necesitan momentos de soledad e introversión para poder generar nuevas ideas y pensamientos". Cuando el niño se aburre Estar aburrido, sin saber qué hacer, invadido por el tedio, es el mejor escenario para que aflore la creatividad Cuando un niño empieza a mostrar signos de fastidio (resopla, se pone de mal humor, protesta, etc.), muchos padres optan por suministrarle juguetes o distracciones. "¿Por qué no juegas con la videoconsola?" o "¿quieres que te ponga la televisión?" son algunas recomendaciones que esgrimen. En muchos casos, como señala Dosil, esta ansiedad por complacer y entretener a los hijos de forma tan rápida está causada por "el sentimiento de culpa por no tener tiempo para estar con ellos o por carecer de recursos personales para jugar con ellos". Otro fenómeno habitual es que muchos de ellos tienen un número elevado de juguetes y muy fácil acceso a Internet, televisión, videoconsolas, etc. Viven en entornos que no les dejan espacio para que tengan que poner en marcha estrategias nuevas para divertirse. De este modo, se frena su creatividad. Dosil señala que los momentos en que los niños están aburridos "promueven que los pequeños construyan sus propios recursos de entretenimiento y puedan desarrollar la creatividad, generadora de la inteligencia emocional". Alternar diversión y tedio Es importante que los menores alternen momentos de actividad y de no actividad, de estimulación y de tedio. Carlos G. Torrico, psicólogo del centro ePsicología, en Leganés (Madrid), asegura que la principal característica del sistema nervioso de los niños es "la falta de inhibición cortical, lo que explica que no puedan parar quietos". Desarrollan esta inhibición a medida que crecen. Pero, para lograrlo, necesitan experimentar el aburrimiento, "porque les permite ejercitar este mecanismo de inhibición", añade. Como bien conocen los progenitores, los pequeños no pueden parar quietos y toleran mal los momentos en los que están aburridos, ya que necesitan acción. Pero ese malestar es momentáneo. Cuando se aburren, muchos protestan o se sienten mal, pero luego, "en la mayoría de los casos, se adaptan y logran sacar provecho de esa situación", añade Torrico. Este estado de hastío, tan incómodo y agobiante al principio para los niños, no solo les ayuda a la generación de soluciones creativas, sino que "favorece la motivación, la autonomía, la resistencia a la frustración y el bienestar". Fomentar un aburrimiento saludable Pero, ¿cómo ayudarles a que se aburran? En primer lugar, hay que acostumbrarse a que se quejen cuando están aburridos. Además, como aconseja Torrico, "es necesario simplificar el entorno al máximo". Si uno tiene a mano la televisión, la videoconsola o un teléfono móvil, es probable que se enganche a ellos antes que ponerse a pensar un juego nuevo. Fomentarles el tedio saludable no consiste en dejarlos en su habitación con un par de lápices y unas hojas blancas, y abandonados a su suerte. Si uno no está habituado a aburrirse, habrá que acompañarlo durante los primeros días en los que se le deje aburrirse. Y, como recomienda Mònica Dosil, "se le pueden hacer preguntas para que él se haga responsable de la generación de ideas sobre lo que puede hacer". Es mejor opción "¿a qué te gustaría jugar?" que "¿por qué no juegas con estos muñequitos?". Si el pequeño no reacciona, los padres pueden enumerarle algunas alternativas, como: "aquí tienes muñequitos, colores y hojas y una pelota, ¿no te animas a jugar?". Una elección que propone el especialista de ePsicología es "tener un tarro del aburrimiento, que tenga papelitos con multitud de actividades y juegos que se pueden hacer". El objetivo es que el menor se haga responsable de decidir qué hacer para jugar. La importancia de la lectura Un niño al que le gusta leer es difícil que se aburra. Cuando llegue el aburrimiento, siempre podrá coger un libro y sumergirse en el placer de la lectura. Como explica Carlos G. Torrico, "el fomento de la lectura es un factor muy importante para proveerlo de una herramienta infalible para combatir el tedio". Para ello, es necesario que haya muchos libros en casa (novelas, cuentos...) y de diferentes temáticas. Y la mejor manera de despertar la pasión por la lectura es que pueda elegir los libros que más le interesen, leer un poco cada día y que "los padres lean con él". http://www.consumer.es/web/es/salud/psicologia/2013/06/24/217030.php

lunes, 15 de julio de 2013

Consejos para padres en proceso de separación

•No se debe exigir a los hijos que tomen partido por uno de vosotros. •No se debe utilizar a los hijos como mediadores o interlocutores los miembros de la ex pareja, ni tampoco como sostén emocional de uno de los dos. •No tenéis que permitir tampoco que vuestros hijos se entrometan en vuestros asuntos de pareja. Estos pertenecen a vuestra intimidad. •No hay que manipular a los hijos para vengarse de la ex pareja, esto puede llevarles a sentirse culpables de la separación. •No es conveniente responsabilizar al otro progenitor de los comportamientos que puedan aparecer en los hijos (no querer dormir solos, tener pesadillas, mostrarse agresivos…). Estos actos son formas que tienen los niños de exteriorizar y afrontar los sentimientos que les producen la separación y suelen ser temporales. •Evitar generar en los hijos la idea de que todas las relaciones acaban mal. •No intentar borrar en los hijos el recuerdo del otro progenitor diciéndoles que no se quiere saber nada de ellos. • Evitar crearles ilusiones de reconciliación parental. La mejor forma que tienen los progenitores de ayudar a sus hijos a adaptarse a los cambios que trae consigo la separación es realizar un esfuerzo por mostrar actitudes respetuosas. Si los hijos perciben que entre los padres hay diálogo y colaboración, y no discusiones que acaban en llantos y gritos, serán capaces de normalizar el divorcio. Hay que ser consciente de que vuestros hijos merecen tener unos padres que, aunque estén separados, se respeten y compartan momentos en común con ellos sin contemplarse como enemigos.

lunes, 8 de julio de 2013

Cómo mejorar el sueño en los niños

La higiene del sueño consiste en fomentar hábitos facilitadores del sueño y disminuir las conductas que puedan interferir en su inicio o en su mantenimiento.

En cuanto al control de estímulos se trata de fijar una serie de rutinas que sirvan como estímulo discriminativo que señale que es hora de dormir. Esto significa que poco a poco el niño asociará ciertas actividades agradables a la hora de acostarse y esto propiciará que tenga menos dificultad para ir a la cama y conciliar el sueño.

1.     Cosas a evitar:
a. Excesivo calor o ruidos en el dormitorio.
b. Bebidas estimulantes o actividades excitantes durante la tarde noche. Por ejemplo: video juegos, juegos muy estimulantes y animados, películas de acción, cuentos que contengan mucha acción o elementos que puedan causar temor al niño.

2.     Qué podemos hacer.
a.Realizar actividades relajantes ( baño, juegos relajantes, relajación centrada en la respiración) a última hora de la tarde o al inicio de la noche. Todo esto ayudará a llegar al niño relajado a la hora de acostarse. Además para el niño será muy grato tener ese momento de contacto con su mamá, su papá o su cuidador.

FACTORES AMBIENTALES

FACTORES DE LA SALUD
Evitar o reducir el ruido
Mantener unos horarios regulares, tanto de acostarse como de levantarse (incluidos días festivos)

No utilizar colores muy llamativos en la decoración de la habitación


Con niños pequeños puede leerse un cuento antes de dormir. Con los mayores se puede dedicar un tiempo a hablar de sus “preocupaciones” antes de iniciar el sueño. Esto les ayudará a controlar pensamientos esporádicos que interfieren con el inicio del sueño.

Temperatura entre 10 y 22 grados constante



Practicar ejercicio por la mañana o mediodía.

Ventilar bien la habitación

Actividades rutinarias antes de dormir (baño, cuento, etc) que nos predisponen a estar más relajados
Elegir un colchón de buena calidad
Evitar la ingesta de estimulantes

No utilizar demasiadas mantas
Algunos fármacos pueden causar insomnio


Utilizar almohadas adecuadas, no demasiado gruesas


Evitar exceso de luz

Esperar al menos dos horas después de cenar, antes de acostarse.


Evitar la luz brillante si se despierta durante la noche

Regular las siestas (mejor a primera hora de la tarde)


Evitar exceso de polvo y humedad en la habitación

Los alimentos ricos en hidratos de carbono, calcio y vitamina B , tienen propiedades sedante, por ello, son recomendables para la cena. El chocolate y el azúcar tienen el efecto contrario, utilizar con prudencia antes de acostarse.

Si el niño tiene miedo se puede dejar encendido un pequeño piloto o punto de luz tenue.

En caso de despertarse por la noche no dar de comer, sólo agua.


Es importante tener en cuenta que en este método lo más importante es instaurar una rutina que el niño pueda asumir y asociar con el momento previo de irse a la cama. Si en casa se establece un ritual de actividades (que sean agradables para el niño) en los 5 ó 10 minutos previos de que se vaya a la cama, poco a poco éste identificará estas actividades con que llega el momento de dormir. Es conveniente que el niño no se duerma realizando dichas actividades.

Felices sueños!!

lunes, 1 de julio de 2013

¿Cómo es un buen Psicólogo Infantil?


Independientemente de los criterios objetivos de evaluación son muchas las características que podrían definir a un buen terapeuta infantil, a continuación quiero mencionar algunas:


          Conciliador, no salvador.  El terapeuta tiene que saber promover interacciones que faciliten la comunicación entre los miembros de la familia.
          Con sentido común.  Sin dejarse llevar por complejidades o hipótesis ficticias.
          Humilde, colocándose al mismo nivel, teniendo en cuenta que son los padres quienes mejor conocen al niño.  Las intervenciones con los padres deben ser a modo de sugerencia, es decir, el terapeuta infantil sugiere, no impone.  “Yo digo…por si acaso… ustedes lo piensan”.
          Sentido del humor; mostrando una actitud positiva, siendo un modelo de persona esperanzada, positiva y alegre, y permitiendo ciertos momentos en la terapia de distensión y humor.
          Da alternativas, informa, ofrece recursos.
          Observador; leer qué están necesitando, el terapeuta es un investigador.

El terapeuta infantil es un acompañante y facilitador de emociones, que proporciona la presencia (sabiendo estar), la potencia (detectando las fortalezas y recursos de la familia), la protección (no sobreprotección) y el permiso (a ser ellos mismos); dando una visión positiva de la familia, de esperanza y optimismo.

viernes, 28 de junio de 2013

Ideas para padres durante este verano



LAS REGLAS DE ORO PARA PADRES DURENTE EL VERANO
  1. Aprovechar para pasar tiempo con vuestros hijos: durante el curso apenas habéis tenido tiempo de ocio juntos y es fundamental para el desarrollo psíquico y emocional del niño compartir tiempo con las figuras de apego.
  2. Planificar actividades, adaptadas a los niños, que impliquen diversión: Los niños necesitan saber que la diversión es una prioridad ALTA para mamá y papá.
  3. Si tienes que trabajar: Si tienes niños jóvenes, ayudarles a descubrir cómo van a ayudar en la casa. Si usted tiene niños mayores, establecer la ley y hacerles saber cuáles van a ser sus responsabilidades este verano.
  4. Importancia tiempo de lectura: Mantenga a sus hijos intelectualmente activos.  Hacerles leer algún libro que ellos elijan, e intentar que ellos se organicen solos para leerlos.
  5. Desactivar medios de comunicación: La última cosa que queremos es que sus hijos estén encerrados todo el verano jugando con el ordenador, ver la televisión, consolas, Twitter, Facebook… Realmente creo que todos los padres deben establecer normas este verano y aprovechar para que pasen tiempo en el exterior, campo, piscina, parque, montaña…
  6. Límites con afecto: Darles el permiso, control y autoridad para decidir cómo quieren pasar su tiempo este verano.  Los padres deben crear unos límites como los que he mencionado, sino darles un poco de libertad para elegir este verano.

Mercedes Bermejo Boixareu
Psicóloga y Terapeuta Familiar
Nº Col: M-21493
Tlf. +34 669 83 48 45